viernes, 17 de diciembre de 2010

CALDO DE CULTIVO

Caldo de cultivo

Decía G. Bernard Show, que la democracia es el proceso que garantiza que no seamos gobernados mejor de lo que nos merecemos.

Realmente, la democracia ha sido prostituida hasta el punto de quitar la libertad en beneficio de vender nuestra alma en pro de los beneficios egoístas y el arengo de vagos.

Hace unos días, conocíamos la vergonzante noticia, de que España es el segundo país europeo con más ni-nis. Nosotros, los españoles, a los que nos gusta ostentar ciertos records, escuchamos noticias como ésta y nos quedamos tal cual. Quizá más de uno incluso se sonría.

Aquí, que llamamos Señor cabrón o cabroncete, al vecino de al lado, chapuzante y buscavidas Ad hoc. Estamos criando a nuestros retoños, entre telebasura, facebookmierding, y objetos que desarrollan únicamente el evolucionado dedo prensil. Esto parecía una monserga lastimosa y cargante de viejo, pero se ha traducido en una amoral realidad.

Hay mucha gente preocupada por la economía, lo que a mí me preocupa es la gente, la población, su crecimiento y su calidad. No solo se trata de una crisis económica. Tenemos una gran crisis social, los valores por lo que hemos construido este pequeño paraíso se han dispersado. Hemos perdido el sentido de nuestra lucha pues ya nos viene todo dado, parece ser que en nuestro carnet de identidad hay una especie de carta blanca a la indisciplina y falta de sacrificio.

Sólo por hablar de España, tenemos 8.000 individuos entre 15 y 28 años desolados y desubicados. Nuestro país supera la media de la OCDE en cuanto al número de personas que ni estudian ni trabajan. En Europa solo Italia nos supera, con un 15,9% de jóvenes inactivos frente al 15,3% español. El abandono escolar ha ascendido a más del 35% y la tasa de desempleo en 2009 ya tocaba el 38%. Así, con esta perspectiva de futuro, sin valores, sin potencial, sin espejos en los que mirarse … lo que le espera a este colectivo es bastante desolador, y ello, ya se están dando cuenta. El cuento, la protección, a menudo insana, de los padres, se acaba.

Estos 8 millones de jóvenes, tendrán que soportar a un país entero, ir relevando a los trabajadores de su cargo y liderar el futuro de un país. Me tiembla el pulso al escribir sólo de pensarlo… La generación anterior, somos 46 millones, con edades comprendidas entre los 29 y 40 años. Vamos a ser exprimidos hasta la última gota. Nuestras posibilidades de reproducción son pocas o nulas, bien por la falta de tiempo dedicado a la crianza, bien por la escasez de recursos.
Así las cosas, y viendo que Europa se mueve a un ritmo similar, aunque menos alarmante, a mi sólo se me ocurre pensar qué puede salir de una generación llena de nada y vacía de todo.
Un ambicioso general querría un gran ejército formado por soldados cuyo perfil correspondiera al expuesto anteriormente. Una cabeza desestructurada, gran dosis de testosterona y adrenalina, ambición gratuita, deseo de obtener riqueza rápida y fácilmente, todo ello sazonado por ausencia de líderes políticos o morales.

Qué tiene esta sociedad que ofrecerles, ¿baja calidad educativa? ¿Dificultad de acceso no ya a un buen trabajo sino a un simple trabajo? ¿Un trabajo que seguramente les haga aún más infelices y aumente su frustración? Y además cargar con una población envejecida y enferma ….

A mí todo esto me da mucho miedo y respeto, no sé si estaremos a tiempo de intervenir. Para mí la educación es uno de los puntos clave, otro es la corrección política y la buena gestión de la vida individual y las empresas. No debemos dejarnos llevar por el devenir de la sociedad, ni los objetivos del Capital. Hay que hacer ejercicio mental para ser autosuficientes y generar ese pensamiento crítico que nos da las armas para luchar contra el interés de unos pocos. Pero es que todo esto supone mucho esfuerzo mental, estamos tan cansados, y al final … para qué … Pues para que no te roben tu vida ni tu futuro, para que verdaderamente vivamos en el paraíso por el que muchas personas han dado su vida.

No somos plantas salvajes que crecen sin más.

Que cada cual reflexione, pero de manera constructiva, cuál es su papel y su aportación a todo esto. No hay que quedarse con el comentario fácil y la acusación a este u otro político. Como dijo Confuncio, un viaje de mil millas, comienza con un solo paso.

Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir siempre. Gandhi